Desde hace varios años, fue declarado Parque Nacional, título que le merece protección de las autoridades de Honduras para evitar su degradación; que cada día se acelera debido a la gran cantidad de caseríos y aldeas que se han ubicado en sus periferias desde tiempos precolombinos. Actualmente lo más impresionante es que los campesinos que habitan en la parte sur y occidental de la montaña, como Monte de la Virgen, Belen Gualcho y algunos caseríos como Malcincales, Chimis, Azaharillo, El Cedro y Rio Negro, están destruyendo la zona de amortiguamiento, al cortar los árboles que la componen. Pero es más alarmante en el caserío de Chimis, donde los campesinos han talado los árboles de la zona núcleo y están aproximándose a la cima de la montaña.
Tan pobre es la supervisión gubernamental que se han encontrado entre el Petatillo y Chimis, quetzales desplumados, los cuales han sido golpeados con piedras lanzadas con hondas de hule por los niños y jóvenes que ignoran el daño que hacen.
En el sector del Azaharillo, las autoridades locales han autorizado la apertura de carreteras para sacar las producciones de café, a costa de la destrucción de la montaña. Lo mismo ocurre en Belen Gualcho, donde las autoridades, presuntamente por el desarrollo de los pueblos lencas, han autorizado la ampliación de los caminos con el propósito de sacar la madera de los bosques de pino del sector en la zona de amortiguamiento. Lógicamente para las autoridades locales y nacionales es imposible evitar esta destrucción, por que para darse cuenta del hecho, deben caminar de seis a ocho horas para llegar a las áreas de los desastres. En la actualidad hay algunas instituciones y empresas turísticas que explotan la montaña para ese quehacer y dicen protegerla, pero solamente operan en los lugares donde hay senderos para ese fin, el resto de la montaña no les interesa.
Sobre Celaque se han tejido una gran cantidad de leyendas tales como que si se cortan frutas para sacar de la montaña, quien lo hace no encuentra el camino. O que en la cima existe una laguna donde canta un gallo de oro y que se pueden sacar tamales hirviendo. También, los historiadores sobre estos pueblos narran que el Cacique Lempira se paseaba por los contornos de la montaña en sus justas.
Algunos turistas han perdido la vida al haberse extraviado siendo el más reciente Marcell Van Heoven de Holanda.
La montaña ofrece desde sus alturas y en días despejados, hermosas panorámicas, pudiéndose apreciar desde allí pueblos muy lejanos al igual que las cascadas, como la caída del río Arcagual que puede apreciarse desde la distancia. En el año 2000, el explorador y escritor German Alfaro, se inspiró en ella para escribir el libro, "El hombre que amó a la Montaña" y se acreditó, haber descubierto en una de sus 18 expediciones a la montaña, una caída de agua frente a Chimis de más de ochenta metros de altura.

Desde 1952 el Parque Nacional
La Tigra ha sido
protegido para fines de
producci.n h.drica. L a
administraci.n y manejo
del Parque es responsabilidad de la
Fundaci.n Amigos de La Tigra (AMITIGRA),
bajo la normativa de la Administraci
.n Forestal del Estado
(AFE-COHDEFOR).
El desarrollo del turismo basado
en la naturaleza es apenas incipiente
en casi todas las .reas protegidas del
p a . s. Sin embargo, el Parque Nacional
La Tigra es una de las zonas que
desde hace varios a.os est. recibiendo
constantes visitas. De ah. la necesidad
de realizar un estudio que
muestre su capacidad de carga tur.stica
(sin arriesgar su mantenimiento
y conservaci.n).
Seg.n Cifuentes (1992) el auge del
ecoturismo hacia los pa.ses en desarrollo,
poseedores de la mayor biodiversidad
del planeta, pone de manifiesto
la necesidad de fijar l.mites y
establecer lineamientos m.s claros
para ordenar y manejar la visita en las
.reas protegidas, principal atractivo
para los ecoturistas.
Los objetivos planteados para esta
investigaci.n fueron: 1) determinar la
capacidad de carga tur.stica del Parque
Nacional La Tigra; 2) establecer
los factores de correcci.n que afectan
la capacidad de carga tur.stica en los
senderos; y 3) recomendar las acciones
fundamentales para el manejo y
conservacion del area.